El nitrógeno fue reconocido
como sustancia independiente en 1772, por el botánico escocés D. Rutherford,
de la universidad de Edimburgo, quién demostró que era incapaz de sostener
la vida ni la combustión. Lavoisier lo denominó aire mefítico,
y más tarde ázoe (sin vida). J. A. Chaptal en 1823, propuso
el nombre de nitrógeno, debido a la presencia de este elemento en
el nitre (salitre, KNO3), sustancia muy conocida.
El nitrógeno constituye el 78 % en
volumen de la atmósfera. En 1942, se tuvo noticia de un pozo de gas, existente
en wyoming, que suministra nitrógeno puro, y que se ha cerrado para
servirse
de él más adelante. El nitrógeno es también abundante en estado de combinación.
Los principales compuestos naturales salinos son el salitre y el nitrato
de sodio o Nitro de Chile. El nitrógeno es un elemento
esencial
en
las proteínas de todos los animales y plantas. También se encuentra en la
naturaleza en forma de amoníaco y sales amónicas, como resultado de la destrucción
de la materia orgánica nitrogenada (putrefacción de materia natural y animal).