El proceso termomecánico es una mejora introducida sobre el proceso de refinador mecánico, que consisten en la instalación en la línea de entrada de una unidad de vaporizado (la disposición del equipo se muestra en figura).
Sistema producción termomecánica de pulpa
En esta unidad, las astillas de madera se someten a vapor de agua a presiones de entre 6 y 10 kg/cm2, lo que corresponde a una temperatura de entre 165 y 185ºC. Si se consigue acoplar perfectamente la sección de vaporizado con el refinador mecánico, el proceso de refinado tendrá lugar a las mismas condiciones de presión y temperatura. En estas condiciones, la lignina, que actúa como ligante de las fibras se reblandece, por lo que la estructura de la madera se debilita enormemente y las fibras quedan casi totalmente separadas. Las fibras separadas a estas temperaturas no solo no sufren daño alguno, sino que quedan recubiertas con una delgada capa de lignina, depositada tras el enfriamiento, que las endurece. Este recubrimiento crea una superficie suave en la fibra, lo que produce que cualquier intento de fibrilación resulte muy difícil, por lo que no este proceso no es adecuado para la obtención de papel, pues la cohesividad entre fibras es baja, pero la hace óptima para la fabricación de tableros para construcción, pues la resistencia individual de las fibras es muy alta, gracias a la resistencia transferida por la capa de lignina. Para la obtención de papel a partir de este proceso no puede sobrepasarse la temperatura de transición vítrea de la lignina.
Proceso Masonite
El proceso Masonite es un tratamiento singular de producción papel directamente a partir de la madera. El proceso consiste en introducir las astillas de madera en un digestor y calentarlas a muy elevada presión durante un período sumamente corto, para a continuación liberar la presión mediante una válvula de apertura rápida. Debido a la descompresión, las astillas de madera se rompen y forman una masa fibrosa, donde las fibras contienen casi la totalidad de la lignina original, pero en estado termoplástico, por lo que dicha masa puede conformarse y prensarse para obtener un producto de alta densidad en el que la lignina actúa como aglutinante. El producto así obtenido es utilizado en aplicaciones muy específicas. Además, a consecuencia del tratamiento sufrido, se producen ácidos orgánicos y azúcares, los cuales pueden ser aprovechados como valiosos subproductos del agua de lavado de las fibras.